La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) hizo un llamado urgente a los Gobiernos de América Latina y El Caribe para que tomen medidas específicas que ayuden al sector de la aviación a sobrevivir la peor crisis en la historia de la industria.
El cierre de fronteras y las restricciones de viaje han detenido la aviación por más de tres meses y con el COVID-19 todavía muy latente en la región y las fechas de reinicio de vuelos aún por definirse en varios países, la situación resulta insostenible y coloca a la industria en un estado crítico. “Esta es nuestra última oportunidad para sortear esta crisis. Estamos contra el tiempo, cada día que pasa, suma a la agonía de una industria que necesita claridad sobre las fechas de regreso a la operación, para poder activarse comercial y operativamente. No aguantamos más, no hay industria que tenga liquidez para estar cuatro o cinco meses detenida. Reconocemos los esfuerzos que han realizado las autoridades y entendemos lo que están afrontando los países, pero el transporte aéreo es esencial para nuestra región y no puede desaparecer”, dijo Peter Cerdá, Vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
Los gobiernos de América Latina y El Caribe siguen siendo los que menos apoyo financiero han facilitado hasta ahora a la aviación, una industria que antes de la propagación del COVID-19, contribuía con 167 mil millones de USD al PBI y sustentaba 7,2 millones de empleos en toda la región, pero que ahora pronostica una caída de unos 77 mil millones de USD en su aporte al PIB y más de 3,5 millones de puestos de trabajo en riesgo.
“En países como Panamá, donde el transporte aéreo sostiene casi un cuarto de millón de empleos y su principal aeropuerto ofrecía antes de la pandemia conexiones a casi 90 destinos internacionales, es preocupante que hasta la fecha el gobierno no haya tomado ninguna medida firme para proporcionar un alivio tangible a la industria. Lo mismo en Perú, donde se requiere urgentemente un alivio financiero para una industria que es clave para su población y su economía y por eso es preciso ultimar la reanudación de las operaciones a partir de julio”, sostuvo Cerdá.
El tráfico de pasajeros en las aerolíneas de América Latina y el Caribe disminuyó en abril un 96%. Incluso, aunque los mercados de México, Brasil y Chile operaron en abril, aun así, presentaron reducciones superiores al 90% en su tráfico (RPK). Todos estos números reportan una caída histórica en los registros de IATA, que datan de 1990.
La conectividad de los países y los enormes beneficios socioeconómicos que ésta proporciona a los países de la región, el turismo, las importaciones, exportaciones y todas aquellas empresas de tamaño familiar o corporativo que tienen relación con la industria en una gran variedad de sectores, también están muy comprometidas.
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“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”