El 60% de la electricidad de América Latina se genera a partir de energías renovables, lo que la sitúa como una de las redes eléctricas más limpias del mundo.

La combinación energética de Perú sigue dominada por la energía hidroeléctrica, que representa el 50% de la generación de electricidad.

La transición energética mundial es uno de los temas centrales de la agenda de la cumbre del G20 y de la COP30. Por ello, Perú tiene como objetivo aumentar la participación de los recursos energéticos renovables no convencionales (RER) en su matriz eléctrica en un 150% para el 2030, llegando a un 20% de la producción total de energía, comparada con el 8% de la producción actual al 2024 según cifras del gobierno peruano. Este objetivo está alineado con los compromisos internacionales que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para esa misma fecha.

El reciente estudio Energía Verde en América Latina, realizado por Broadminded, el centro de investigación de la multipremiada agencia de comunicación Sherlock Communications, destaca el gran potencial de América Latina para liderar esta transición, recogiendo datos y perspectivas de expertos multidisciplinares sobre el avance de la energía verde en la región.

Según el estudio, que recoge datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el 60% de la electricidad de América Latina se genera a partir de energías renovables, lo que la posiciona como una de las redes eléctricas más limpias del mundo. Países como Chile, México y Brasil están a la cabeza, siendo este último responsable del 58% de la nueva capacidad de energía renovable de América Latina para 2030.

Por su parte, la combinación energética de Perú sigue dominada por la energía hidroeléctrica, que representa el 50% de la generación de electricidad, seguida por un 35% de energía térmica y un 5% de energía eólica, solar y biomasa. El sector de las energías renovables está creciendo: Kallpa Generación, uno de los principales productores de electricidad del país, acaba de incorporar a su cartera el parque eólico de Tanaka, de 403 MW, lo que supone un avance en el sector.

En ese sentido, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) informó que al culminar el mes de abril de 2024, la generación eléctrica nacional con recursos energéticos renovables acumuló una producción de 425 gigavatios hora (GWh), es decir 96% más que lo registrado en similar periodo de 2023. Además, el MINEM señaló que la energía generada constituye un importante incremento de 8.1%, ya que en abril de 2023 representó el 5.7%.

Crecimiento de la generación de electricidad a partir de fuentes renovables

Aunque la mayoría de los países aún dependen de una matriz energética predominantemente hidroeléctrica, la región viene demostrando avances significativos en la diversificación de sus fuentes de energía limpia, especialmente eólica y solar.

Para la exministra de Medio Ambiente de Perú, Fabiola Muñoz, quien participó en este estudio, “el sector privado es muy activo en la identificación de oportunidades para proyectos solares y eólicos, pero aún no hemos conseguido un alto nivel de inversión. Aún quedan retos importantes, principalmente a la hora de convencer a los responsables de las políticas públicas sobre la importancia de promover las energías renovables, además de ajustar el marco regulatorio”.

Según W. Schreiner Parker, director gerente para América Latina de la firma de inteligencia energética Rystad Energy, Brasil – donde la capacidad eólica instalada ha crecido un 300% en los últimos 10 años- y Chile – que registró un aumento de más del 1.300% en su capacidad solar- están invirtiendo en energía eólica y solar no sólo para alimentar sus propios sectores, sino también para explorar oportunidades de exportación, como el hidrógeno verde.

“América Latina, especialmente estos dos países mencionados, podría convertirse en un importante exportador de esta fuente de energía vital. Pero el éxito de la región dependerá de sortear las complejidades normativas, conseguir la financiación adecuada y equilibrar el abandono de los ingresos procedentes de los combustibles fósiles y las nuevas oportunidades de exportación de energía verde”, afirmó Parker.

Las infraestructuras, el financiamiento y la inestabilidad política son los principales retos

Aunque la región avanza hacia el liderazgo en la transición energética mundial, los expertos entrevistados por Broadminded señalan que aún quedan importantes retos estructurales para que América Latina consolide su posición en los próximos años.

El principal reto, común a la mayoría de los países latinoamericanos, consiste en definir estrategias de financiación para los proyectos de infraestructuras esenciales para la transmisión y el almacenamiento de energía. Además, la estabilidad macroeconómica y política es un factor decisivo para el avance de la energía verde en algunas naciones específicas, como Argentina y Perú, donde estos elementos son fundamentales para atraer y mantener la inversión en el sector.

«A pesar de que América Latina es líder mundial en energías renovables, existen una serie de desafíos. Superar estos obstáculos es crucial para que esta región mantenga y amplíe su papel de liderazgo en nuestra transición hacia un modelo energético más sostenible y resiliente», afirmó Patrick O’Neill, Socio Director de Sherlock Communications.

Para acceder al informe completo sobre Energía Verde en América Latina, visite: https://www.sherlockcomms.com/green-energy-in-latin-america.

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