Emergencia en la Amazonía Peruana, los incendios forestales representan una amenaza multifacética que afecta a comunidades locales, la economía y la biodiversidad. La CARE y Cool Earth trabajan juntas para disminuir la ocurrencia de incendios, protegiendo más de 242 mil hectáreas de bosque tropical vital para más de 5 mil familias Asháninka.
El 70% de los incendios forestales en Perú se concentran en la Amazonía, duplicando su cantidad entre 2019 y 2022.
“Los incendios forestales en la Amazonía peruana representan una amenaza multifacética que va más allá de la pérdida de bosques. Estos eventos impactan a comunidades locales, afectan la economía y ponen en riesgo la biodiversidad planteando desafíos significativos en términos de cambio climático y pérdida irreversible de ecosistemas..”
La crisis climática afecta a las comunidades indígenas con cambios meteorológicos, en forma de eventos extremos que amenazan la seguridad alimentaria. Dependientes de la agricultura y caza, pesca y recursos naturales, estas comunidades son especialmente vulnerables ante la disminución de estos recursos. Por ello, los conocimientos ancestrales son cruciales para mitigar la consecuencia de los fenómenos climatológicos, gestionando de forma sostenible los recursos y conservando los ecosistemas, aprovechando la estrecha conexión con la tierra y la comprensión de los ciclos naturales.
La participación de los pueblos indígenas en la protección de bosques y biodiversidad es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y preservar los bosques tropicales como sumideros de carbono y para enfrentar los desafíos climáticos actuales. Preservar estos conocimientos es clave para fomentar la resiliencia y sostenibilidad en un contexto de cambio climático.
Riesgos y amenazas
El 70% de los incendios forestales en Perú se concentran en la Amazonía, duplicando su cantidad entre 2019 y 2022, según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). Un estudio reciente advierte sobre la posibilidad de bloquear la recuperación del 56% al 82% de la selva amazónica debido a incendios y deforestación.
Las proyecciones de Naciones Unidas para 2024, indican un aumento de temperatura superior a 1.5°C, y durante la COP28, el Ministerio del Ambiente (MINAM) alerta sobre una reducción del 30% de las lluvias en la Amazonía peruana, aumentando el riesgo de incendios. La falta de acceso al agua destaca la necesidad urgente de prevención y alerta temprana ante el fuego descontrolado, subrayando la magnitud de la pérdida en ingresos familiares y la recuperación forestal.
Comunidades indígenas, las más vulnerables
Los incendios forestales representan una grave amenaza para las comunidades indígenas en la cuenca del río Ene, comprometiendo derechos fundamentales y afectando su hogar. En 2016, las comunidades de Potsoteni, Meteni y Pitsiquia sufrieron la pérdida de 20 mil hectáreas en un incendio que tardó más de un mes en ser controlado, destacando la urgencia de abordar esta problemática.
En septiembre de 2023, un aumento significativo en los incendios forestales en el río Ene, Amazonía central, afectó 7,300 hectáreas, marcando la cifra más alta en cuatro años. Este aumento se vincula con condiciones extremas en la selva central debido al cambio climático y El Niño, disminuyendo las lluvias y prolongando las sequías, intensificando la frecuencia e intensidad de los incendios.
Proyecto PAAMARI
Ante ello, la Central Asháninka del Río Ene (CARE), representante de 44 comunidades en la Cuenca del Río Ene, ha establecido una colaboración estratégica con Cool Earth, una organización internacional dedicada a la protección de los principales bosques tropicales del planeta y la mitigación de la crisis climática. Esta alianza tiene como objetivo principal financiar el proyecto PAAMARI, centrado en la prevención, control y mitigación de incendios forestales en comunidades indígenas de la cuenca del Río Ene.
El proyecto destaca la importancia crítica de la prevención, la alerta temprana y el monitoreo como herramientas fundamentales para mitigar los impactos negativos de los incendios forestales en las comunidades nativas. En colaboración, la CARE y Cool Earth se esfuerzan por reducir la incidencia de estos incendios, preservando más de 242 mil hectáreas de bosque tropical a lo largo de la cuenca del Río Ene. Estas áreas son vitales para el sustento de más de 5 mil familias asháninka, subrayando la necesidad imperante de proteger tanto el entorno natural como las comunidades locales.
“Los incendios forestales en la Amazonía peruana representan una amenaza multifacética que va más allá de la pérdida de bosques. Estos eventos impactan a comunidades locales, afectan la economía y ponen en riesgo la biodiversidad, planteando desafíos significativos en términos de cambio climático y pérdida irreversible de ecosistemas. En vista de esta situación, se insta a una acción inmediata y coordinada para abordar estos desafíos, proteger la sostenibilidad a largo plazo de la región y asegurar un futuro más resiliente para las comunidades indígenas y el medio ambiente” precisó Alix Silva, gerente de programas en Cool Earth Perú.
Informa Revista Digital Naturaleza Interior
“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”