Proyecto de Implementación de Zonas de Agrobiodiversidad a Nivel Nacional

La iniciativa para el reconocimiento como ZABD parte de las mismas poblaciones indígenas, por lo que este DS es una herramienta que contribuye a reforzar la identidad sociocultural (innovación organizacional), y es una medida efectiva del Estado para la conservación in situ a nivel nacional (innovación institucional).

Mediante el D.S. N.º 020-2016-MINAGRI, el Ministerio de Agricultura y Riego, formaliza el reconocimiento de Zonas de Agrobiodiversidad (ZABD) en el país, con opinión técnica favorable del INIA. Este DS reconoce diversos territorios del Perú como Zonas de Agrobiodiversidad en mérito a:

Alta concentración de cultivos o crianzas de agrobiodiversidad.
Alta concentración de riqueza sociocultural relacionada.
Presencia de parientes silvestres de cultivos o crianzas.
Dedicación importante del territorio a conservar agrobiodiversidad.

A la fecha, Andenes de Cuyocuyo en Puno, es la primera ZABD reconocida en el Perú, en octubre del 2019. Esta zona abarca un área de 6 554 hectáreas, y comprende 6 comunidades campesinas, dedicadas principalmente al cultivo de papa y otras raíces y tuberosas andinas en altitudes que van desde los 2 700 hasta los 4 400 m.s.n.m. Se espera que la difusión del reconocimiento de Andenes de Cuyocuyo promueva el reconocimiento de otras zonas similares, y ayude a difundir los procedimientos que siguen los expedientes evaluados por el INIA.

El ser Andenes de Cuyocuyo la primera ZABD ha implicado al menos 2 innovaciones importantes. La primera es una innovación organizacional, ya que las comunidades de Cuyocuyo demostraron suficiente cohesión, asociatividad y articulación para elaborar un expediente técnico, y afrontar el proceso de reconocimiento que incluyó una inspección ocular, mostrando absoluto compromiso durante el mismo (casi 4 años). La segunda es una innovación institucional en el INIA, que, trabajando de manera articulada entre sus dependencias, lideradas por la Dirección de Recursos Genéticos y Biotecnología (DRGB), finalizó la revisión del expediente coordinando con comunidades campesinas, y otras entidades del Estado y privadas involucradas.

La conservación in situ de la agrobiodiversidad (ABD) es una línea de investigación importante en el INIA desde la década de los 80. Esta se fortaleció con el proyecto “Conservación in situ de los cultivos nativos y sus parientes silvestres” entre 2001 y 2005, entre otras actividades y proyectos. Múltiples inventarios in situ y conceptos de conservación se desarrollaron durante esos años. Entre estos, destaca la importancia de una conservación in situ liderada por las mismas familias de agricultores o criadores de ABD. A pesar del gran esfuerzo por promover la conservación in situ, aún no se implementaba una estructura formal que permitiera tal conservación, o que permitiera priorizar sitios importantes en ABD para las intervenciones del Estado.

Los beneficiarios son pequeños agricultores o criadores familiares a nivel nacional. En Cuyocuyo son 6 comunidades campesinas, con unas 20 a 30 familias por comunidad, mayormente agricultores de subsistencia.

El Perú tiene más de 9 300 comunidades campesinas y nativas (CCN). También es un país megadiverso y es centro de origen de cultivos y crianzas para la alimentación y la agricultura mundial, por lo que potencialmente una gran proporción de las CCN podrían acceder al reconocimiento como ZABD. Al momento existen 4 expedientes técnicos presentados, 2 de ellos reconocidos como ZABD.

“En el Perú nació una de las civilizaciones más antiguas del mundo: Caral, considerada hoy en día patrimonio de la humanidad y cuna de la civilización americana y andina. Entre sus importantes avances científicos y tecnológicos en diversas áreas del conocimiento, se destacan las innovaciones en el ámbito agrícola destinadas a la producción de semillas mejoradas, incremento de la producción y a la obtención de frutos de mejor calidad y resistentes a las plagas. Caral fue cuna de innovaciones. Hoy, más de 5000 años después de su formación, el Ministerio de Agricultura y Riego, a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y su entidad ejecutora el Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA) tiene el orgullo de presentarles el Premio Nacional INIA – Caral 2020, un reconocimiento público a la calidad en la gestión y los resultados de acciones orientadas a mejorar las oportunidades de negocios de los agricultores peruanos y de las empresas del sector a resolver problemas de productividad y de gestión de los recursos agua, suelo, biodiversidad; y lograr la seguridad alimentaria, con innovaciones en ciencia y tecnología agraria.” (Premio Caral 2020).

Fuente: INIA
https://www.pnia.gob.pe/

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