115 países se han comprometido a restaurar en las próximas décadas hasta mil millones de hectáreas de tierras degradadas.

Una economía de restauración creará millones de empleos verdes y mejorará la resistencia de la humanidad a futuras conmociones y tensiones.

La revitalización de ecosistemas como las tierras de cultivo, los pastizales, los bosques, los humedales y las turberas reconstruye la capacidad de la tierra para almacenar carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Hemos visto un espíritu de competencia positiva cuando se trata de restauración. Más países y personas quieren cultivar más y más árboles”, dijo Tim Christophersen, coordinador del Decenio sobre la Restauración en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

 

“Pero lo que es importante garantizar ahora es que se planten los árboles correctos en el momento correcto, en el lugar correcto y con el apoyo de las comunidades locales. Y que demos mayor importancia a ecosistemas que todavía están infravalorados en estos compromisos de restauración global, por ejemplo, costas, mares y ríos”, añadió Christophersen.

Naciones Unidas informa que a través de varios acuerdos internacionales, más de cien países se han comprometido a restaurar en las próximas décadas hasta mil millones de hectáreas de tierras degradadas — un área similar al tamaño de China—, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en vísperas del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030).

El organismo global detalla que si se implementan los compromisos asumidos, podrían contribuir en gran medida a abordar el cambio climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad, así como a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidos los relacionados con el trabajo digno y la seguridad alimentaria e hídrica.

ONU Medio Ambiente precisó que según el estudio de la Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos, 115 países se han comprometido a restaurar la tierra en al menos uno de los mecanismos de los tres principales convenios ambientales internacionales, las metas para la neutralidad de la degradación de la tierra, las contribuciones determinadas a nivel nacional del Acuerdo de París y las estrategias nacionales y planes de acción sobre biodiversidad. También, a través de otras iniciativas voluntarias, como el Desafío de Bonn.

Algunos de los compromisos pueden superponerse y no todos se han cuantificado o anunciado oficialmente. Aun así, la agencia holandesa estima que el área actualmente destinada a la restauración es de entre 765 millones y 1.000 millones de hectáreas. Casi la mitad de este espacio se encuentra en África subsahariana y hay otros segmentos importantes en Asia y América Latina. La restauración de bosques y tierras agrícolas representa tres cuartas partes del área comprometida.”

“Los planes y los compromisos ya están trazados a pocos meses del año 2021, cuando se inicia el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. La restauración es una idea a la que le ha llegado su momento. Invertir en devolver la vida a la tierra es económicamente rentable, socialmente aceptable y ambientalmente deseable”, dijo Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación.(ONU Medio Ambiente, 19 nov 2020).

Las ventajas de la restauración de acuerdo a ONU Medio Ambiente

Restaurar la salud y la productividad de la tierra a esta escala traería enormes beneficios para las personas y la naturaleza. El área comprometida coincide aproximadamente con la superficie terrestre que está perdiendo productividad, de acuerdo con las estimaciones, y es el doble de la cantidad de tierra que puede que se convierta a la agricultura entre 2010 y 2050.

El Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas es una oportunidad para convertir compromisos nuevos y existentes en acciones urgentes sobre el terreno. Este esfuerzo de 10 años involucrará a individuos, comunidades, empresas, organizaciones y gobiernos que emprenderán la restauración a todas las escalas y en todo tipo de ecosistemas, terrestres o acuáticos. Se necesitaría alrededor de US$ 1 billón de aquí a 2030 para implementar la restauración a escala mundial, con base en todos los compromisos existentes.

Una economía de restauración creará millones de empleos verdes y mejorará la resistencia de la humanidad a futuras conmociones y tensiones, dicen los expertos. La revitalización de ecosistemas como las tierras de cultivo, los pastizales, los bosques, los humedales y las turberas reconstruye la capacidad de la tierra para almacenar carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si se hace de forma correcta, también puede proteger la biodiversidad, aumentar la fertilidad del suelo y reducir la escasez de agua. Los ecosistemas naturales que funcionan bien también son clave para combatir enfermedades zoonóticas, como la COVID-19.

Fuente: https://www.unep.org/

 

Informa Revista Naturaleza Interior
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