Prensa colombiana informó que de los cuatro hipopótamos que tenía Pablo Escobar en Colombia se han multiplicado , y hoy se estima que pueden haber entre 50 y 70 individuos.

Asimismo detallaron que se desplegado un gran esfuerzo técnico para capturar hipopótamos con grandes corrales artesanales.

De otro lado informaron que un individuo juvenil se trasladó desde Puerto Triunfo (Antioquia) al zoológico Santa Cruz, cerca de Bogotá.


Sin embargo, como el hipopótamo no es una especie nativa, no tiene depredadores en nuestro continente, y no sólo han proliferado libremente, sino también se han apoderado de los hábitats en los cuales viven naturalmente manatíes y nutrias.

Otra de las repercusiones importante, señala Mongabay, es que la actividad pesquera en el río Magdalena, se ve seriamente amenazada pues la gran cantidad de individuos de todo tamaño, no sólo representa un gran riesgo para los pescadores sino también contaminan las aguas con sus heces, ocasionando a su vez degradación y erosión.

“Casi 25 años después de la muerte de Pablo Escobar ─quien fuera considerado el mayor narcotraficante de todos los tiempos─, Colombia aún no se libra de las consecuencias de su legado. Hoy, una población de entre 50 y 70 hipopótamos que viven en la cuenca media del río Magdalena, dan cuenta de que ni el medioambiente pudo escapar de las manos del gran capo de la droga. La mayoría de personas todavía los reconoce como los hipopótamos de Pablo Escobar. Cuatro hipopótamos, junto a muchos otros animales exóticos que no son propios de los ecosistemas sudamericanos, llegaron en las décadas de los 80 y 90 a engrosar las filas de animales del zoológico personal de Escobar en el municipio de Puerto Triunfo, a 165 kilómetros de Medellín, en el departamento de Antioquia, en el occidente de Colombia. Una vez se hizo extinción de dominio a los bienes del narcotraficante, muchos de los animales fueron llevados a zoológicos, pero los hipopótamos quedaron en libertad y aprovechando su capacidad de permanecer sumergidos en el agua durante varios minutos, poco a poco, a pesar de su gran tamaño y peso, se fueron dispersando en los caños y lagos cercanos al río Magdalena.” (https://es.mongabay.com/)

 

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Informa Revista Digital Naturaleza Interior
“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”