Observar a los pájaros, podría ser la nueva fórmula para lograr paz, sosiego, bienestar interior, lo que se podría traducir en felicidad.

Una investigación europea demuestra que cuantas más aves vemos, mayor satisfacción vital sentimos, que observar aves puede ser una fórmula para incrementar nuestra sensación de bienestar interior.

Asimismo aseguran que las personas más felices son aquellas que, entre otras cosas, conviven con distintas especies de aves en su día a día.

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La Vanguardia/ Enero 2021/  Según un nuevo estudio europeo, realizado en la Universidad de Kiel, la variedad de aves que podemos observar está directamente relacionada con nuestros niveles de felicidad. En la investigación, publicada recientemente, han participado 26.000 personas de 26 países europeos y, entre sus conclusiones, destaca también que el hecho de añadir un 10% más de diversidad de aves a una comunidad aumenta la sensación de satisfacción vital de las personas tanto como lo haría un incremento en sus ingresos.(https://www.lavanguardia.com/).

“Observar aves tiene un beneficio para las personas en cuanto que el contacto directo con la naturaleza aumenta la circulación de las endorfinas, rebaja el estrés y nos conecta con el entorno natural”, explica Cristina Sánchez, delegada de SEO/Birdlife en Catalunya, que detalla: “Estar en la naturaleza, detenerse en ella, sentarse con ella, descubrir sus maravillas, trae una sensación de calma y renovación. Ahora la ciencia respalda esta intuición con datos y revela que los beneficios son mucho, mucho más profundos. De los cientos de estudios publicados, ninguno por sí solo es definitivo, pero juntos ofrecen una sensación cada vez mayor de lo que se ha perdido a medida que las personas se han desconectado del entorno natural: ritmo de vida, sedentarismo, pantallas, mayoría de la población en entornos urbanos…”

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Convertirse en observador
No hace falta mucho para convertirse en un observador de aves aficionado. Ni siquiera es necesario salir del propio municipio, algo a tener muy en cuenta en los tiempos que corren. “Observar aves es un pasatiempo genial, que se puede compartir en familia o con amigos, o hacer solo”, afirma Cristina Sánchez, quien asegura que “cualquier espacio verde o fuente de agua abierta servirá para ello”. Asimismo precisa que  “También existen reservas y espacios naturales con itinerarios y observatorios”. Siempre, aconseja esta experta, es importante seguir unas pautas de conducta que minimicen nuestros impactos y ayuden a proteger el medio ambiente.

En cuanto al equipamiento, Sánchez señala que lo único que necesitamos para comenzar a observar aves en el parque o el jardín es una guía de campo, un cuaderno a prueba de intemperie y una aplicación de observación de aves que sea fácil de usar. “Y si se sube el nivel, los binoculares son una herramienta muy útil”, añade.

Asimismo se resalta que no hace falta ser ningún experto para experimentar ese pequeño cambio de perspectiva y apreciar, aunque sea por unos minutos, el movimiento rítmico de la naturaleza y de sus diversas criaturas. Tomarse el tiempo para prestar atención, para estar (¿o ser?) en la naturaleza, siempre ayuda a quitarnos importancia y a poner en perspectiva nuestros propios problemas, sin importar lo terribles que puedan parecer.

Nunca como en estos momentos ha sido más importante para los seres humanos recuperar esta relación con lo natural. Dicen que la pandemia surgió de la naturaleza, pero quizá también en ella podemos encontrar el alivio que tanto necesitamos. ¿Por qué si no tantas personas están redescubriendo ahora su necesidad de estar en contacto con la vida salvaje?

¿Cómo contribuir?
“El apoyo a la labor de alguna ONG de conservación de la naturaleza, y la participación en sus programas de voluntariado es un buena forma de contribuir a la conservación de la diversidad de las aves, pero lo que es muy importante es descubrir y conocer mejor la naturaleza que nos rodea, la que tenemos más o menos próxima. Cuanto más la conocemos, más la queremos, y más velaremos por su conservación. Visitar espacios naturales siguiendo unas pautas de conducta respetuosas con las especies y sus hábitats es otra forma de mejorar nuestro bienestar, a la vez que nos sensibiliza por el valor de su conservación”, concluye Cristina Sánchez.  (https://www.lavanguardia.com/).

Fuente y nota completa: https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20210130/6185772/observar-pajaros-formula-felicidad.

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Informa Revista Naturaleza Interior
“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”