ONU Medio Ambiente precisa que junto con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la contaminación conforma la triple crisis planetaria que enfrentamos actualmente.

“Cada año, los seres humanos producen 300 millones de toneladas de residuos plásticos, incluidos 11 millones de toneladas que eventualmente terminan en el océano. La mayor parte nunca desaparece, sino que se desintegra en partículas cada vez más pequeñas, las cuales son tragadas por peces o animales de cría y finalmente consumidas por los humanos en la comida o el agua. No obstante, el plástico sigue creciendo en popularidad. Su producción se ha multiplicado más de 22 veces en los últimos 50 años” (PNUMA, 2021).

El problema es que conforme se va abriendo el mundo nuevamente a viajes, celebraciones, eventos y turismo en general, es inminente que los residuos se incrementen en todo el mundo, a causa de los protocolos de protección y tratamientos del COVID-19 tan necesarios hoy en día, más todos los plásticos de un sólo uso que han regresado a nuestra vida con fuerza.

Ante la gravedad del desafío mundial existente “se sumó el impacto inesperado de la COVID-19, que implicó un aumento en los residuos de equipos de protección personal, la interrupción de políticas y la preferencia por el uso de productos plásticos de un solo uso. Es una tormenta -de plástico- perfecta”, precisa PNUMA.

Por lo cual Naciones Unidas hace un llamado por una recuperación de normalidad en forma sostenible: “Un informe conjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) señala la necesidad de coordinar acciones, políticas e infraestructuras para impulsar la industria hacia la circularidad. Pues los estudios muestran que solo 8,6% de la economía global es circular. Esto puede ser decepcionante, pero significa que hay una gran oportunidad para que la circularidad y el consumo y la producción sostenibles generen ganancias rápidas y abundantes” (PNUMA, 2021).

El turismo Sostenible puede ser un buen catalizador para un cambio positivo
“El vínculo entre el plástico y el turismo no es casualidad. Los productos de plástico de un solo uso son una forma eficiente y económica de cumplir con los estándares de salud, seguridad e higiene, mientras se garantizan a los huéspedes experiencias libres de preocupaciones. Pero todas las pequeñas cosas que usamos y tiramos se acumulan. En términos de viajes y turismo, si no se toman medidas, el regreso a la normalidad podría producir un aumento de 251% en los desechos sólidos para 2050. En el futuro, el sector puede ser un importante punto de entrada para un cambio positivo, aprovechando el interés en los viajes y la creciente conciencia de que nuestras acciones tienen un impacto directo en la salud humana y planetaria.”

Imagen de Club Paradise Palawan a través PNUMA

Por ello también a través de la Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos, liderada por el PNUMA y la Organización Mundial del Turismo (OMT) en colaboración con la Fundación Ellen MacArthur, los gobiernos, la industria y los ciudadanos están tomando medidas para reducir la contaminación por plásticos y participar en el movimiento hacia la circularidad. Esta alianza, precisa PNUMA, es parte del cambio sistémico que impulsa el Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico. Gobiernos de los cinco continentes y más de 500 instituciones y empresas vinculadas con más de 20% de los envases plásticos utilizados a nivel mundial ya están cumpliendo este compromiso a través de acciones concertadas. A medida que se facilita la oportunidad de viajar, debemos aprovechar la oportunidad para preservar y restaurar destinos prístinos, en favor de la salud de las personas y el planeta.

Fuente: PNUMA
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Revista Digital Naturaleza Interior
“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”