Poco se sabe sobre el impacto de los residuos orgánicos en el medio ambiente. La separación de residuos orgánicos, es decir, cáscaras de frutas, verduras y todo aquel desecho que se genera en la cocina, puede revertir el calentamiento global. En Perú, un restaurante mediano genera un promedio de 20 kg. de residuos orgánicos diarios, según Lima Compost.

Se debe tener en cuenta que destinar residuos orgánicos a la basura es uno de los mayores generadores de gases de efecto invernadero en el mundo. Por ello, es importante que los restaurantes desarrollen compost, teniendo en cuenta que son una de las principales fuentes generadoras de residuos orgánicos. “Compostar puede revertir el cambio climático. Si los restaurantes compostan están gestionando sus residuos orgánicos de la mejor forma, evitando así contaminar el medio ambiente”, comenta Raúl Valenzuela, Co-Founder & Owner de Lima Compost.

Compostar tiene un impacto ambiental positivo. Según Lima Compost, de enero a diciembre del 2021 se logró transformar 144 toneladas de residuos orgánicos, generando 38 toneladas de compost a nivel nacional. Esto equivale a 5.4 mil árboles plantados, 1,302 mil litros de agua ahorrados, 306 mil galones de gasolina ahorrados o a 226 toneladas de CO2.

En ese sentido, los restaurantes que demuestran tener una preocupación por el medio ambiente y una operación sostenible se vuelven más atractivos para los consumidores. Realizar compostaje es una forma de iniciar la transformación hacia este nuevo modelo de negocio. En el barómetro de alimentación de Edenred 2021 se señala que a los usuarios les preocupa el destino final de los insumos y desperdicios de comida en los restaurantes. “Más del 90% de los usuarios de tarjetas de alimentación señalan que valoran mucho en su selección de restaurantes aquellos que implementan algún plan o programa para disminuir el volumen de desperdicio de comida”, indica el análisis.

Con la finalidad de mitigar la mala gestión de los desechos y su impacto negativo en el medio ambiente, reduciendo las emisiones de CO2 y ayudando a limpiar el aire que respiramos, Lima Compost promueve el compostaje urbano y en restaurantes.

Para ello, realiza el siguiente proceso: entrega 1 bidón de 50 litros y aserrín, que se usa para controlar el olor de los residuos, al restaurante. Cada semana se llevan el bidón lleno a su centro de compostaje en Lurín y dejan uno vacío. “En dos meses, los residuos orgánicos se han convertido en compost (una tierra de color verde y aroma a suelo), este es devuelto a los restaurantes, y lo pueden entregar a los clientes para que lo usen en casa”, indica Valenzuela de Lima Compost.

Sin duda, el gran aporte que generan a los negocios y al medio ambiente los programas de compostaje es reducir la cantidad de desperdicios orgánicos que terminan en vertederos, mejorar la calidad del suelo con el fertilizante natural y puede ser utilizado con cualquier tipo de plantas.

 

 

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“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”