La reintroducción del lobo en el Parque Nacional de Yellowstone hace más de 20 años “es el experimento ecológico más celebrado de la historia”, según Mark Boyce; dicho experimento sólo es posible con una intervención humana mínima, explica un reportaje National Geographic.

La reintroducción de 14 lobos cambia el ecosistema en Yellowstone: los lobos están causando una cascada trófica de cambios ecológicos, lo que incluye ayudar a aumentar las poblaciones de castores, recuperar el álamo temblón y la vegetación. (https://www.yellowstonepark.com).


“Cuando en la década de 1930 mataron al último lobo en Yellowstone, los alces de la zona aún eran presa de osos negros y grizzly, pumas y, en menor medida, coyotes, pero la ausencia de lobos eliminó una gran cantidad de presión depredadora sobre los alces. Como resultado, a las poblaciones de alces les fue muy bien, quizás demasiado bien. Ocurrieron dos cosas: los alces superaron los límites de la capacidad de carga de Yellowstone y no se movieron mucho en el invierno, cazando mucho en las plantas jóvenes de sauces, álamos y álamos, poniendo en dificultades al castor, que necesitaba sauces para sobrevivir en el invierno.” (https://www.yellowstonepark.com).

National Geographic/ “El Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos), considerado el parque nacional más antiguo del mundo, fue creado en 1872 durante la presidencia de Ulysses S. Grant. En sus inicios, la fauna del parque no recibió la misma protección que hoy en día: los lobos y los pumas fueron eliminados deliberadamente en 1926 y, al cabo de unos años, la población de ciervos aumentó tanto que los administradores del parque reconocieron que los herbívoros estaban alterando la vegetación, por lo que se realizaron matanzas selectivas para controlar la población de dichos animales.”

“Las matanzas selectivas terminaron a finales de los años 60 y la población de ciervos volvió a aumentar, por lo que finalmente se optó por reintroducir el lobo: 14 lobos de la provincia de Alberta (Canadá) fueron liberados en 1995 y otros 17 lobos canadienses en 1996. “La reintroducción del lobo (Canis lupus) en el Parque Nacional de Yellowstone es el experimento ecológico más celebrado de la historia”, así comienza un estudio publicado en Journal of Mammalogy por Mark Boyce, de la Universidad de Alberta. “Los ciervos (Cervus elaphus) se alimentaban de la vegetación boscosa durante el invierno, sobrepastoreando gravemente los árboles caducifolios y los arbustos”, explica Boyce a National Geographic España. “Al reducir las densidades de ciervos en algunas áreas, la vegetación boscosa consiguió recuperarse, esto sucedió especialmente en hábitats ribereños, donde sauces, álamos y alisos proporcionaban pasto cada invierno y a menudo morían sus plantas. Así que hemos visto cómo se ha recuperado la vegetación y, además, se ha incrementado el número de osos grizzly y de pumas, todo ello ha creado un nuevo estado medioambiental dentro de Yellowstone”, destaca.
Es decir, la mayor influencia de osos pardos (Ursus arctos), pumas (Puma concolor) y bisontes (Bison bison) está creando unas interacciones biológicas más complejas en el parque, superando la interacción inicial entre ciervos y lobos. Eso sí, este “experimento ecológico” sólo puede ser aplicado en zonas protegidas libres de explotaciones ganaderas y agrícolas, donde la intervención humana es mínima.” ( https://www.nationalgeographic.com.es).

“Con la llegada del lobo, otras muchas especies amenazadas se recuperaron. Disminuyó el número de coyotes, su principal competidor, pero aumentó el de osos pardos, pumas y bisontes. También el de las águilas y los buitres, que volvían a tener carroña de la que alimentarse. En resumen, toda la biodiversidad aumentó, y las interacciones biológicas de todo el ecosistema se hicieron más ricas y complejas. Pero la reaparición del lobo no solo afectó a la biología del parque. También tuvo un sorprendente impacto en la geografía del terreno, cambiando incluso el curso de los ríos. Asimismo con el aumento de la vegetación en las orillas, esta ayudó a fijar el terreno y a reducir la erosión. Con ello, el número y calado de los meandros disminuyó y el curso de los ríos se consolidó. Se volvieron más rápidos. En estas condiciones, los castores, que también habían estado desaparecidos durante años, regresaron. Estos pequeños ingenieros empezaron a construir sus diques y barreras con la madera de sauce, generando así balsas de agua que favorecieron aún más el crecimiento de estos árboles.” (https://eresciencia.com/los-lobos-de-yellowstone/)

“Cuando el lobo gris fue reintroducido en el Gran Ecosistema de Yellowstone en 1995 , solo había una colonia de castores en el parque, dijo Doug Smith, biólogo de vida silvestre a cargo del Proyecto Lobo de Yellowstone. Hoy, el parque alberga nueve colonias de castores, con la promesa de más por venir, ya que la reintroducción de lobos continúa asombrando a los biólogos con una serie de consecuencias directas e indirectas en todo el ecosistema.” (https://www.yellowstonepark.com).

Reflexión
Los lobos de Yellowstone nos hablan de la importancia de cuidar todas las especies de un ecosistema. Intentar revertir la situación cuando una de las especies desaparece es muy complicado, y las consecuencias son impredecibles. Es mucho más rentable evitarlo desde un principio que intentar arreglarlo después. Una idea que ilustra perfectamente por qué en muchas ocasiones se centra toda la atención en una única especie. Las grandes campañas para salvar a los leones del Serengueti, a los tigres de Bengala, o al lince de Doñana, no solo están resguardando a estos carismáticos animales. Junto a ellos, también se está protegiendo el resto del ecosistema. (https://eresciencia.com/los-lobos-de-yellowstone/)

 

Fuente de nota e imágenes:
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/exitosa-reintroduccion-lobo-parque-nacional-yellowstone_13386
https://eresciencia.com/los-lobos-de-yellowstone/

Wolf Reintroduction Changes Ecosystem in Yellowstone

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“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”