La expedición científica se realizó a inicios de noviembre, partió desde Pucallpa (Ucayali) hasta Nauta (Loreto).

Se registraron 541 delfines de río a lo largo de 985 km recorridos.

WWF Perú en coordinación con la Asociación Solinia, el Centro de Rescate Amazónico (CREA) y el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), realizaron una expedición científica con el objetivo de estudiar a las poblaciones de delfines en el río Ucayali, con la participación de 12 investigadores pertenecientes a las organizaciones.

Así como los jaguares en los bosques, los delfines de río son los embajadores de los ríos amazónicos y tienen una importancia fundamental en los ámbitos ecológico, socio-económico y cultural para las comunidades locales de la cuenca amazónica. En la Amazonía peruana habitan dos especies de delfines de río: El delfín rosado (Inia geoffrensis) y el delfín gris (Sotalia fluviatilis). Ambos, cumplen un rol fundamental como depredadores tope en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y su presencia es un buen indicador del estado de conservación de los mismos.

Sin embargo, la región amazónica en cuyos ríos habitan los delfines, que posee una gran biodiversidad y pluriculturalidad, afronta serias amenazas debido a actividades de alto impacto, como la minería y la tala ilegal, que destruyen sus hábitats. A estos problemas, se suman las amenazas que las propias especies afrontan, como la captura incidental o dirigida. Así, con mayor frecuencia, las poblaciones de estas especies se ven vulneradas.

Por ello, durante siete días, los investigadores se embarcaron por el río, iniciando en el tramo que conecta con la ciudad de Pucallpa hasta la confluencia con el río Marañón y Amazonas. Fabiola La Rosa de WWF Perú, Oficial del Programa de Vida Silvestre de WWF Perú señaló que el objetivo del recorrido fue realizar la identificación y registro visual del delfín rosado (Inia geoffrensis) y el delfín gris (Sotalia fluviatilis). “Posteriormente, con los datos recolectados, se realizará una estimación poblacional que permitirá determinar el estado de conservación de las mismas, su incremento o disminución en el tiempo y los factores que condicionan su bienestar”.

Durante el recorrido, de 985 km de longitud, se pudo registrar 352 observaciones de 541 delfines: 219 rosados (Inia geoffrensis) y 322 grises (Sotalia fluviatilis), entre los que se identificaron 18 crías. Además, debido a las largas distancias que recorren, son especies ampliamente relacionadas con los ríos de curso libre. “Conocer el estado de las poblaciones de los delfines de río, nos permite tener un diagnóstico sobre la salud y funcionalidad de los ecosistemas fluviales, y de las actividades y condiciones que ponen en riesgo, tanto a la permanencia y viabilidad de sus poblaciones, como a la Amazonía”, señaló Fabiola.

Articulación de esfuerzos

Una experiencia como esta no hubiera sido posible sin un esfuerzo conjunto. Sin duda, fue muy importante contar con la participación y colaboración de miembros de las organizaciones de Solinia, CREA y el IIAP, así como con la presencia de dos jóvenes voceros de la conservación, como Juliane Hahne, quien se unió desde Alemania y Nicolas Farroñay, desde la ciudad de Iquitos, en representación de la iniciativa ambiental “Amo El Río”. El rol que todos cumplieron y su decidido compromiso, fue fundamental para el desempeño exitoso de la expedición.

Fabiola destacó la importancia de contar con la participación de personas apasionadas por la naturaleza, además de las instituciones científicas. Así, se podrá extender la importancia de esta experiencia a una red más amplia de personas interesadas en convertirse en custodios de la conservación.

Cabe resaltar que el intercambio de conocimientos y experiencias enriqueció las actividades. Al respecto, Cédric Gilleman, coordinador de proyectos de la Asociación Solinia, comentó: “Los delfines de río son parte de nuestro patrimonio ancestral, cultural y ambiental; mitos y leyendas pasan de generación en generación para mantener su presencia viva en las voces amazónicas. Su protección es nuestro deber como seres humanos, compartimos el mismo planeta, el mismo ambiente. ¡Unidos amamos el río!”, manifestó Cédric.

La colaboración entre investigadores permitió afinar el trabajo con estas especies emblemáticas de los ríos amazónicos. Por su parte, Freddy Arévalo, Investigador en Áreas naturales protegidas y Ecoturismo del IIAP, agregó que: “Se trabajó de manera muy coordinada; tanto antes, durante y después de la expedición. Debo decir que este tipo de actividades es, a su vez, el punto de partida o línea de base para otros estudios más especializados y para un monitoreo futuro.”

Carlos Perea, el Co-Fundador y Coordinador de Fauna Silvestre del CREA, mencionó que todo el equipo logró aplicar los conocimientos de la metodología SARDI (South American River Dolphin Initiative, por sus siglas en inglés) para la estimación de la abundancia relativa de delfines de río en el Ucayali. “El trabajo interinstitucional es esencial para este propósito y debe consolidarse para futuras expediciones”, finalizó.

Trabajar en conjunto, es una acción clave para contribuir a la conservación de estas especies tanto a nivel nacional, ejecutando el Plan de Acción Nacional para la conservación de delfines de río y manatí amazónico, así como a nivel internacional, aportando a la iniciativa de delfines de río de Sudamérica. Todo ello, con miras a implementar acciones prioritarias vinculadas al presente y futuro de estas especies. ¡Juntos es Posible!

Informa Revista Digital Naturaleza Interior
“Cuidando nuestro medio ambiente y la vida”