Se logró identificar 463 tortugas charapa sobre las cuales no existían documentos que sustenten su procedencia legal.
Las tortugas que se encontraron en el embarque, no correspondían a las autorizadas para exportar.
Se procedió a la inmovilización de todos los especímenes.
El Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, el pasado 15 de diciembre, en el marco de la asignación de un canal rojo activado por la Intendencia de Aduanera Aérea y Postal del Callao en el aeropuerto Internacional Jorge Chávez, supervisó un embarque de 4001 especímenes de tortugas (Podocnemis sp.) que tenía como destino final el país de Indonesia.
Como parte de esta actividad y tras un minucioso control de cada uno de los especímenes del cargamento, se evidenció la incongruencia entre la información contenida en los permisos de exportación y la identificación taxonómica de los reptiles supervisados. Las tortugas que se encontraron en el embarque, no correspondían a las autorizadas para exportar, es decir, se pudo evidenciar que existían especímenes de tortugas charapa (Podocnemis expansa) dentro del embarque autorizado para la exportación exclusiva de especímenes de tortuga taricaya (Podocnemis unifilis).
A consecuencia de la labor del SERFOR, en su rol de Autoridad Administrativa de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se procedió a la inmovilización de todos los especímenes. Esto, en el entendido que el origen legal de las tortugas charapa (P. expansa) no pudo ser demostrado, dado que en el país no se cuenta con ninguna modalidad de manejo con fines comerciales autorizado para esta especie.
Adicionalmente, se determinó que la edad señalada en el permiso otorgado para las tortugas taricaya (P. unifilis) difería de la edad estimada de los especímenes inspeccionados. La autorización había sido otorgada para animales de entre uno y tres años. No obstante, los animales del embarque tenían características propias de animales de muy corta edad (crías).
Tras la intervención realizada por el SERFOR, junto a la la Intendencia de Aduanera Aérea y Postal del Callao, todos los animales fueron entregados en calidad de custodia temporal a un centro de cría autorizado en Lima. Allí reciben la atención veterinaria requerida y serán cuidados hasta que se defina cuál será su destino final. A la fecha no se ha registrado ningún deceso.
De manera paralela, el SERFOR ha iniciado las investigaciones necesarias para determinar posibles responsabilidades administrativas.
La tortuga charapa (P. expansa) es una especie listada en el Apéndice II de la CITES y se encuentra categorizada como “En Peligro” de extinción, de acuerdo a la legislación nacional. No existe ninguna modalidad de manejo legal, con fines comerciales. Por otro lado, la tortuga taricaya (P. unifilis) es una especie que también está listada en el Apéndice II de la CITES, pero se encuentra categorizada como Vulnerable según la legislación nacional. Es la segunda tortuga dulceacuícola más grande en la Amazonía. La longitud de su caparazón puede llegar a medir 51 cm de longitud.
Fuente: Serfor Perú.
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